jueves, 26 de marzo de 2009

¿Sexualidad, sexo o reproducción?


Francisco Valverde Valdivia 3ºE
Alvaro Crespo Baeza 3ºE

La sexualidad constituye un conjunto de condiciones anatómicas y fisiológicas que caracterizan a cada sexo dentro de una especie animal, pero en la especie humana abarca también una condición psicológica y de comunicación.

Así, en los humanos el ejercicio del sexo no implica sólo reproducción, sino todo una serie de actividades psico-físico-sociales que comienzan subconscientemente a una edad temprana, para posteriormente madurar y perdurar a lo largo de la vida con mayor o menor intensidad. Todas ellas, a diferencia de las demás especies animales, son en los humanos fuente de expresión de emociones y sentimientos.

Características y manifestación de la sexualidad animal

Como se ha dicho, en los animales la sexualidad es un conjunto de actitudes que diferencia a los dos sexos, macho y hembra, de una especie determinada. Cuando estas actitudes van acompañadas de reproducción, se manifiesta entonces una recombinación de los caracteres genéticos, cuyo último sentido es la perpetuidad de la especie a lo largo del tiempo, así como una mejor y progresiva adaptación de ésta a su ambiente. La sexualidad en los animales irracionales tiene pues un fin básicamente reproductivo.

En los animales, la sexualidad se manifiesta sólo con el fin de perpetuar la especie y mejorar las condiciones de adaptación al ambiente; en los humanos tiene además un fuerte componente de comunicación y expresión de emociones y sentimiento

Los animales manifiestan su sexualidad mediante reclamos de uno de los sexos para conseguir el apareamiento con el sexo contrario, lo cual suele llevarse a cabo por el macho. Para ello, y como fase previa, surge habitualmente la lucha con otros machos, que determinará un único vencedor, aquél más fuerte y mejor preparado, favoreciendo así la selección natural mediante la eliminación de los más débiles, quedando como progenitor el más fuerte o mejor adaptado, y cuyos genes serán transmitidos a la siguiente generación.

Psicología de la sexualidad humana

En la sexualidad humana intervienen varios factores de tipo fisiológico, psicológico, cultural, étnico y social. Se trata de variables que convierten a los humanos en seres sexualmente complejos, muy alejados de la sencillez de actuación de los animales irracionales, en donde la sexualidad se manifiesta sólo como instinto.

En los humanos también se producen reacciones sexuales exclusivamente de carácter fisiológico, como sucede durante la excitación sexual al aumentar el nivel de hormonas sexuales en la sangre, pero muchas de esas reacciones proceden o derivan hacia otras de carácter emocional. En el ser humano se encuentra una latente energía sexual de carácter psíquico o libido que constituye una importante fuerza natural, la cual le acompaña durante toda su existencia.

En el ser humano se encuentra una latente energía sexual que constituye una importante fuerza natural y que le acompaña durante toda su existencia

La sexualidad humana ha sido ampliamente estudiada por el psicoanálisis, donde Freud constituye el referente último. Éste realizó y publicó el resultado de sus investigaciones, los cuales se resumen en los siguientes puntos:

1) La vida sexual no comienza en la pubertad, sino poco después del nacimiento.

2) Los impulsos sexuales pueden dirigirse no sólo hacia el sexo contrario, sino también hacia el mismo sexo, los animales, o incluso hacia sí mismo.

3) Se debe distinguir entre lo sexual y lo genital. El concepto de lo sexual es más amplio y abarca muchas actividades que no se relacionan con los genitales.

4) La vida sexual está encaminada a obtener placer, y se deriva posteriormente a la procreación.

Mediante el psicoanálisis se ha establecido que los fenómenos sexuales se manifiestan o desarrollan de forma más o menos prefijada. Se ha estimado que pasa por tres fases: oral, anal y fálica, alcanzando su punto culminante alrededor de los cinco años. La fase oral se relaciona con la boca y la función de mamar; la fase anal se liga a la función de orinar y defecar; la fase fálica se corresponde al momento en que se descubren los órganos sexuales como medio de placer, aunque sin conocimiento de su funciones posteriores.

Durante las fases sexuales la infantil se considera autoerótica, ya que carece de objeto. De aquí a la pubertad se manifiesta una latencia sexual, organizándose a partir de ésta una sexualidad centrada en los órganos sexuales y orientada al acto sexual. Las reminiscencias de todas estas fases perduran de alguna forma durante toda la vida, pero cuando alguna de ellas no concluye o enlaza su curso natural con la siguiente, suceden entonces las desviaciones sexuales que se manifiestan en las neurosis. En estos casos la psicoanalítica da explicaciones convincentes, como es la fijación o regresión a una de las fases infantiles descritas, la cual se estanca y no sigue el curso de la sexualidad normal.

2 comentarios:

  1. k krakkkss taiss exoss makinasss komo saben de ssexxoo los xavaless xdxd ya teneis un punto y medioo mass jajaj

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  2. hi vicky! malilandia mola mas ¬¬

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